jueves, 8 de noviembre de 2012
8N según Mex Urtizberea
No digan por un país no sé cuánto, por una provincia no sé qué. Digan cómo. Digan un plan. Digan qué idea. Digan el proyecto. Digan los pasos. No digan para terminar con tal cosa, para continuar con tal otra. Digan cómo. Digan con qué recursos. Digan con qué criterio. Digan con qué medidas. No digan frases vacías. No digan palabras tan generales. No digan “seguridad” si no dicen cómo.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
16 PUNTOS SOBRE EL VOTO A LOS 16
1) La edad mínima
para votar, como tantas otras cosas, es arbitraria. Eso no es bueno ni
malo, simplemente es. Y como tantas otras cosas que se cambian por ley necesita
una mayoría de los llamados representantes del pueblo que acuerden y, haciendo
uso de ese poder transitorio, lo puedan modificar.
2)
En el mundo hay
algunos países donde ya se vota a los 16 años. Brasil y Ecuador son los
ejemplos más cercanos (hay entre 10 y 14, con diversos matices). Actualmente se
está estudiando la posibilidad en Chile, Bolivia, Uruguay e Inglaterra, entre
otros países.
3)
En nuestro país
hay ciudades donde ya se vota a los 16 años, como ser Córdoba y Zapala.
4)
El voto optativo
a cierta edad ya existe en nuestra legislación con los mayores de 70 años.
5) Todo argumento
que haga referencia a nivel de estudio, posibilidad de ser influenciado,
proporcionalidad en determinada clase social, es aplicable actualmente a los
mayores de 18 años y remite peligrosamente al voto calificado. Ser mayor de
18 años no garantiza tener más nivel de estudio que a los 16, ni ser menos
influenciable. Siendo el voto universal, estos argumentos caen por su propio
peso.
6)
Desde un
análisis sociológico y psicoevolutivo, no hay mayores diferencias entre una
persona a los 16 y a los 18 por el mero hecho de tener esa edad. Argumentar
desde ejemplos concretos no tiene validez, sea a favor o en contra. Sí podemos
afirmar, sin embargo, que hoy, a los 16
años, se tiene la posibilidad de acceder a mucha más información que una
persona de 18 (o más) hace 100, 50 o 10 años.
7) ¿Quién y desde
dónde puede decir quién está capacitado para votar y quién no?. En última
instancia volvemos a lo planteado en el punto 1.
8)
En Argentina,
los varones votan a los 18 años desde hace 100.
8.1)
Esto puede hacer pensar que un varón de 18 estaba más
capacitado que una mujer de 40.
8.2)
Esto puede hacer pensar que un varón de 18 años en 1912
es igual a un varón de 18 años en 2012.
9) En Argentina,
la mayoría de edad estuvo establecida a los 21 años hasta el 2009. Es decir, durante 97 años de historia hubo personas
que votaron sin ser mayores de edad. Hoy son mayores de edad a los 18, ¿por
qué no van a poder votar a los 16?.
10) En Argentina, las mujeres votan a los 18
años desde hace 65.
11) En
Argentina, a los 16 años, los adolescentes son imputables penalmente, y pueden trabajar.
12) Esta
modificación legal puede darle un
impulso renovado, necesario, a la formación para la ciudadanía en las escuelas.
Las leyes, muchas veces, cumplen la función de generar lo que dicen, cual
profecía autorrealizadora.
13) Actualmente
lo votantes habilitados son 28,8 millones. Si se aprueba, podrían votar, como
máximo, apenas, 700 mil más. Pasaría a ser, si no me fallan las cuentas, poco
más del 2% del padrón y, al ser optativo, es más difícil que vayan todos. A
esto hay que sumarle que no todos votarán por el mismo partido.
14) Muy posiblemente haya una intencionalidad
partidaria detrás del proyecto. No
soy ingenuo. Como hemos visto, no hay tanto impacto desde los votos
adolescentes. Sí puede generar una percepción de ampliación de derechos, de
participación juvenil, de renovación, que traccione votos (tampoco tantos).
Pero no es ni más ni menos, con sus luces y sombras, lo que ha venido haciendo
el kirchnerismo desde 2003.
15) Hay proyecto de otros partidos políticos
que proponen lo mismo, y fueron presentados con anterioridad. Vale citar
como ejemplo el del Dip. Claudio Lozano que, no habiendo tenido tratamiento en
2010, lo ha representado.
16) Es
cierto que hay temas más importantes, prioritarios. Pero eso podríamos decirlo
de casi cualquier ley que haya sido aprobada. Todos queremos un país con
igualdad de oportunidades reales, sin hambre, sin desocupación, con vivienda,
trabajo, salud y educación de calidad para todos. Quizás, sólo quizás, la formación y la participación política que
pueda generar este cambio colabore a profundizar la lucha por esas causas.
Confío que así será.
miércoles, 20 de junio de 2012
Sobre las Adicciones
Fundamentos de un Proyecto sobre Adicciones:
El
presente proyecto de ley intenta abordar de manera integral un tema tan
complejo como es el de las adicciones en general, y del consumo de
estupefacientes en particular. Como bien dice el “Comité Científico Asesor en Materia de Control del
Tráfico Ilícito de Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas y Criminalidad
Compleja”, “la acción sobre la demanda
debe enmarcarse dentro de un plan con propuestas de políticas de estado,
recursos, con objetivos evaluables, y plazos que excedan el período de
gobierno, en base a los siguientes pilares: a- Prevención (a cargo de las
carteras de Educación- Desarrollo social y Salud), b- tratamiento (a cargo de las
carteras de Salud y Desarrollo Social), c- rehabilitación social (a cargo de
las carteras de Desarrollo Social, Salud, Trabajo, Educación, Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos), y d- la represión (cartera de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos), todo ello, en forma coordinada y asegurando el Estado de derecho”.
Enmarcados en la sanción reciente de diversas leyes, como
son la Ley N° 26.206,
de Educación Nacional, la Ley N°
26.586, que crea el Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las
Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas, y la Ley N° 26.657, de Salud
Mental, es que elaboramos esta propuesta que tiene una mirada holística e
integrada sobre el asunto.
Este
proyecto busca ser un aporte más, importante, a lo que ya viene haciendo el
Poder Ejecutivo Nacional que, en Mayo de 2010, ya había creado, en el ámbito
del Ministerio de Salud, la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, que
“tiene la misión de promover y coordinar
redes locales, regionales y nacionales, ordenadas según criterios de riesgo,
que contemplen el desarrollo adecuado de los recursos para la atención primaria
de la salud mental y de las adicciones. Esta tarea articula los diferentes
niveles y establece los mecanismos necesarios que aseguren y normaticen el
empleo apropiado y oportuno de los mismos, y su disponibilidad para toda la
población”.
El consumo
de estupefacientes y las problemáticas asociadas constituyen un fenómeno social
complejo, dinámico y multicausal. Entre las dimensiones que requieren ser
pensadas y consideradas se encuentran condiciones sociales, económicas, geopolíticas,
subjetivas, de salud y culturales, entre otras. Es decir, que se requiere de
enfoques interdisciplinarios, esfuerzos intersectoriales desde el Estado y la
articulación del trabajo con las comunidades, sus referentes y organizaciones
sociales dedicadas a la materia para abordaje de un campo complejo que se
resiste a la aplicación de respuestas lineales y reduccionistas.
Uno de los grandes cambios, que no
es original desde luego, sería poder modificar el enfoque, el paradigma, y
dejar de pensar al consumidor de estupefacientes como un delincuente para poder
encarar el tema desde el lado de las políticas de salud, de educación, y las
políticas sociales en general. Hablamos de consumidor, ya que hay claras
diferencias entre uso, abuso y dependencia, y es algo que no podemos
desconocer.
Sin
embargo, a la vez, no quisiéramos enviar un mensaje a la sociedad donde parezca
que las drogas son inocuas y, mucho menos, estimular su consumo. Por esa razón,
en vez de referirnos al tema como “despenalizacion del consumo personal de
estupefacientes” preferimos hablar “descriminalizacion del consumidor de
estupefacientes”. “El Derecho Penal es un
instrumento de control social que tiene carácter subsidiario; sólo puede
intervenir cuando otros medios menos lesivos no prometan tener éxito suficiente”
(Comité Científico Asesor en Materia de Control del Tráfico Ilícito de
Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas y Criminalidad Compleja).
A
su vez, queremos dejar sentado que la modificación de la
Ley N° 23.737 es el capítulo final del
libro, y por eso lo realizamos en la parte final del articulado. Estamos
convencidos que primero es necesario trabajar fuertemente en la educación, la prevención,
la asistencia integral, y brindar igualdad de oportunidades, así como facilitar
caminos de reinserción.
No
queremos dejar de afirmar, junto con el Comité Científico Asesor en Materia de
Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas y
Criminalidad Compleja, que la existencia de “focos de corrupción en las fuerzas y cuerpos de seguridad y en
distintos estamentos del sistema judicial y político, ya sea traficando
sustancias prohibidas o protegiendo redes de comercialización” es uno de
los grandes temas a resolver, y lamentablemente excede los alcances de este
proyecto. Es imprescindible, a la par que avanzar con lo propuesto en esta iniciativa,
combatir al narcotráfico con todo el poder de la ley.
El
articulado del presente proyecto retoma, en algunos casos textualmente, otras
iniciativas legislativas que avanzan en la línea de lo que venimos diciendo.
El Programa
Nacional de Prevención y Asistencia Integral de las Adicciones se basa en la
sanción de la Cámara
de Diputados del 18 de Noviembre de 2009 sobre el Proyecto del Diputado
Leonardo Gorbacz (expte. 0517-D-2008), y que lamentablemente cayó en el 2011 en
el Senado. Esta propuesta, a su vez, ya ha sido retomada por otros diputados (expte.
0398-D-2012 de la Dip. Adriana
Puiggrós; expte 0702-D-2010 de la Dip.
Victoria Donda Pérez; expte. 3044-D-2012 del Dip. Leonardo
Grosso)
El Programa
Nacional de Inclusión Laboral para Jóvenes en Situación de Vulnerabilidad
Social se basa en el proyecto del Diputado Francisco Plaini (expte. 2885-D-2011). Y la modificación a la
Ley N° 23.737 tiene como antecedentes
diversas iniciativas legislativas que avanzan en la descriminalización del
consumidor de estupefacientes (expte. 0175-D-2012 de la Dip. Victoria Donda Pérez; expte.
0075-D-2012 de la Dip. Diana
Conti; expte. 0981-D-2012 del Dip. Ricardo Gil Lavedra; expte. 0396-D-2012 de la Dip. Adriana Puiggrós; expte. 1826-D-2012
del Dip. Fabián Peralta; expte. 2464-D-2011 de la
Dip. Vilma Ibarra), así como el proyecto
del Diputado Hugo Acuña (expte. 0911-D-2009) que avanzó en la modificación del
art. 42 con una propuesta desde lo educativo que tiene una mirada integral en
cuanto a lo preventivo.
Por
todo lo expuesto es que solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación
del presente proyecto.
miércoles, 14 de marzo de 2012
El aborto: preguntas para compartir en voz alta
A partir del fallo de la Corte Suprema de Justicia dejando sentada su interpretación del Código Penal en lo que respecta al aborto no punible, se reavivó el debate sobre el tema. Les dejo unos pensamientos, unas preguntas para compartir en voz alta...
I
En los últimos años he visto, vivenciado, padecido y experimentado cambios en diferentes posicionamientos que tenía sobre determinados temas. Ya me explayé al respecto al hablar, en otro foro, sobre “la condición plural de la subjetividad”. Sin embargo, con el aborto sigo manteniendo la misma postura de fondo desde que recuerdo haberme planteado el asunto. Y digo “de fondo” porque lo que sí cambié fue la forma, la manera de pensar y decir las cosas, los matices, los énfasis.
En este proceso de deconstrucción personal, y habiendo pasado por la Teoría Comunicativa de Habermas y todo el Giro Lingüístico, intenté salir de mi posición, abrir la mente y el corazón, y dejar al otro que diga su palabra; si era en primera persona, mejor. Por eso, hoy más que afirmar quiero preguntar, más que impartir quiero compartir. Y desde este lugar, con toda mi subjetividad a cuestas pero lo más conciente posible, es que escribo estas líneas para seguir pensando juntos…
II
Para empezar es fundamental dejar de lado definiciones simplistas. En primer lugar, no hay dos bandos. Hay muchas posiciones con diferentes puntos de vista. A lo sumo, y en última instancia, habrá quienes se inclinen más por una determinada modificación al marco normativo y otros que no. Pero no podemos perder de vista la complejidad de posturas.
También tenemos que decir que el aborto no es una solución alegre, que se decide así nomás y que no afecta a nadie. Las mujeres que deciden abortar, incluso convencidas, no lo hacen por placer ni como una elección más. Nadie quiere abortar como proyecto de vida. Y esto lo saben, y lo dicen, tanto los que proponen legalizarlo como los que quieren penalizarlo.
Algunas personas vinculan temas tales como aborto, anticoncepción, matrimonio igualitario y reivindicaciones de género. Más allá de que algunos vean una línea que los une, o que ciertos grupos defienden o atacan el paquete completo, son temas cualitativamente diferentes. Y deben ser tratados, según mi humilde parecer, de esa manera.
No podemos dejar de decir, por otro lado, que el aborto es un gran negocio. Hay muchos intereses detrás, y de los más espurios. Esto no implica que todos los que permitirían un aborto en determinadas situaciones tengan otros intereses o formen parte de ese comercio. Lo que sí es innegable es que hay mucho dinero en juego, y se está lucrando con la vida de las personas.
Tenemos que contextualizar el aborto, pensando tanto en el ser humano concebido (embrión, feto), como en la mujer que lo lleva en el vientre. Después veremos qué derechos entran en juego, cómo colisionan y cómo se dirime la cuestión. Lo que no podemos hacer es negar la existencia de ambas partes.
Y cierro esta segunda sección diciendo que es fundamental trabajar fuertemente en la prevención de embarazos no deseados, sin ignorar la contención y acompañamiento de la mujer llegado el caso en que éste se haya producido. Necesitamos realmente una educación sexual integral desde temprana edad, articulando la responsabilidad de las familias y el rol de las escuelas.
III
Me cuesta mucho identificarme con las diferentes posturas que escucho o leo sobre el tema. Siento que nadie piensa exactamente como yo. Y, en algunos casos, me indigna, me revuelve las tripas, escuchar argumentaciones falaces, manipulación de la información, que se hace con mala leche, tanto a favor como en contra.
IV
Es insoslayable, al debatir este tema, poder explicitar definiciones o, al menos, prestar atención a las palabras utilizadas.
Claramente no es lo mismo decir aborto, que interrupción voluntaria del embarazo, que homicidio prenatal agravado por el vínculo. También hay mucho cuidado en no identificar mujer con madre, o embrión, con feto, con hijo, hija, niño o niña por nacer, niño o niña a secas. Tampoco se utiliza de manera indistinta ser humano, que persona, que producto de la concepción.
Otra palabra en juego, y quizás sea clave, es vida. Unos se hacen llamar pro vida, porque dicen defender la vida desde la concepción. Otras y otros se enojan frente a esta distinción, ya que con razón entienden vida en un sentido más amplio que incluye, entre otras posibilidades, a la mujer (algunas de las cuales mueren a causa de abortos inseguros).
Tampoco es lo mismo despenalizar que legalizar.
V
El tema de las estadísticas es un punto aparte. Por la ilegalidad del asunto, es imposible tener cifras oficiales. Se habla de 400.000 a 700.000 abortos anuales en Argentina, sin desagregar mucho la información, y sin dimensionar demasiado que una cifra casi duplica a la otra. Otros calculan que no llegan a 50.000.
Algunos dicen que en los lugares donde se despenalizó o legalizó, bajó la mortalidad materna por aborto y también el número de abortos. Otros dicen que en los lugares donde se despenalizó o legalizó los números aumentan en vez de disminuir. Todos citan países y cifras. Todos parecen tener razón, o al menos eso creen. Hay países que van hacia leyes más permisivas, y otros que vuelven a una legislación más restrictiva.
Lo que se sabe, por información oficial, es que en nuestro país mueren entre 80 y 90 mujeres al año por causas de aborto. 1 cada 4 días, aproximadamente. De las 144.060 mujeres que murieron en el 2009, 87 fueron por aborto. Otras causas: enfermedades del sistema circulatorio (45.023), tumores (28.233), enfermedades del sistema respiratorio (22.286). Y la mortalidad materna data de 410 casos, de los cuales sólo el 20 % fue por aborto. Les dejo un análisis más completo para analizar.
Irlanda, Polonia, Chile y Malta, por nombrar algunos casos, son países que tienen las más bajas tasas de mortalidad materna, a la vez que mantienen una normativa restrictiva en el tema del aborto. Noruega y Dinamarca son buenos contraejemplos, al shttp://www.blogger.com/img/blank.gifer países donde el aborto está legalizado y la mortalidad materna aumenta. Esto llevaría a pensar que el aborto no es la vía para resolver la cuestión de la mortalidad materna, sino que se deben mejorar la atención prenatal y los cuidados obstétricos, con una fuerte opción de políticas públicas para garantizar una vida digna en igualdad de oportunidades a toda la población.
A esta altura, desde una posición pragmática y utilitarista, si me asegurasen que con la despenalización baja el número de abortos y de mortalidad materna, firmo donde me digan. Haría claramente una opción por una ética de las consecuencias por sobre una ética de los principios, si en este caso eso lleva a disminuir la cantidad de muertes (de mujeres, de embriones, de fetos…). El problema es que las estadísticas no parecen ser tan claras.
VI
¿Qué dicen los psicólogos y psiquiatras sobre las mujeres que abortaron?.
VII
Debo reconocer que me molesta que se utilice como argumento que la mortalidad materna por aborto tiene cara de mujer, joven y pobre. Desagregando las estadísticas, muy posiblemente sea así. Pero me parece, aunque espero equivocarme, que se apela a lo sensiblero para sumar voluntades.
Lo que no podemos dejar de decir es que, aborto sí o aborto no, esas mujeres deberían poder llevar una vida digna en igualdad de oportunidades.
VIII
Tampoco me gusta que se rechace la penalización del aborto argumentando que es la imposición arbitraria de un grupo sobre el resto. ¿Acaso toda ley no es eso y no otra cosa?.
A nadie se le ocurriría despenalizar el robo y el homicidio, y que cada uno decida si quiere hacerlo. ¿Por qué no intentarlo?. Sucede que hay consensos, o acuerdos mayoritarios, que son de la sociedad en su conjunto y, a través de sus representantes, se imponen por ley a todos, estén de acuerdo o no.
¿O alguno estaría de acuerdo con legalizar la pedofilia?. Que los hay, los hay.
IX
Alguien me dijo alguna vez que cuándo comienza la vida humana es una decisión política. En última instancia, algo de razón tenía. Más allá de lo que diga la ciencia, la filosofía o la legislación actual, el comienzo de la vida es una definición política. (Esencialistas, Realistas, Dogmáticos, abstenerse… por el momento).
Científicamente nadie discute que desde la concepción hay un nuevo ser humano vivo, diferente a la madre y al padre, con un código genético que lo hace único e irrepetible. No persona, no individuo, pero sin lugar a dudas un ser humano.
Filosóficamente podemos decir que toda definición es arbitraria. ¿Qué hace que determinado ente sea humano y no otra cosa?. ¿Qué características debe poseer una persona para ser tal?. ¿Qué entendemos por vida?.
Legislativamente sabemos que todo se cambia por simple mayoría. Argumentar desde determinada Convención o Ley, es válido pero fugaz y efímero. Y ni que hablar si entra a jugar la interpretación.
Si la mitad más uno de los diputados y senadores presentes en sus respectivas sesiones acuerda que la vida humana tiene valor y debe ser protegida desde las 12 semanas, ¿qué hacemos con todos los datos científicos y los debates filosóficos?. Y estoy tentado de cerrar con una conclusión claramente nominalista…
X
En cuanto al criterio para ver desde cuándo se puede abortar, algunos marcan como límite la formación del sistema nervioso. El criterio sería el mismo que para la muerte clínica: vida cerebral (o no). La diferencia que parecen no observar es que mientras la muerte cerebral, hoy por hoy, se considera irreversible, el embrión está en formación y, en caso de no ser eliminado, llegará a tener vida cerebral (más allá de que algunos dicen que en la segunda semana hay un incipiente desarrollo). Esto no quita que pueda rediscutirse el criterio en sí, y revisar si realmente esta es la barrera entre lo humano y lo no humano, la vida y la muerte.
XI
¿Qué vida tiene más valor? ¿Por qué? En distintos momentos de la historia, y en distintos lugares, se postuló que la raza aria era superior y se exterminaron judíos; algunos militares desaparecían “subversivos” por el bien de la Patria; cierto régimen mataba homosexuales; y algunos varones apedrean mujeres adúlteras…
XII
Creo que hay que buscar una solución creativa. No con el Código Penal. Sí desde la salud pública, desde la educación, desde la contención y el acompañamiento, desde la mejora de la calidad de vida…
Es cierto que, desde lo simbólico, la ley tiene una función pedagógica, y nos dice qué está bien y qué está mal para una sociedad en determinado momento. Por eso no es lo mismo establecer una pena que no hacerlo, o despenalizar que legalizar.
Si ese conjunto de células humanas, por decirlo de alguna manera, no es un algo/alguien que hay que proteger, el aborto debiera ser legalizado, garantizando ciertas condiciones para que toda mujer pudiera acceder a ejercer ese derecho. No hay mucha vuelta que darle. Nos limitaríamos a evaluar razones médicas y psicológicas, plazos prudentes, métodos, procedimientos, presupuesto, etc. Todo argumento estadístico (cantidad de abortos, de muertes, etc) o sociológico (afecta a mujeres, jóvenes y pobres) carecería de sentido. Ni siquiera habría un delito que despenalizar…
Ojalá fuese así. Sería más fácil. Más cómodo. Menos conflicto. La posibilidad existe. Pero también puede ser que no sea así. La vida no siempre es fácil, cómoda y sin conflicto.
Ahora, si asumimos que estamos hablando también de un ser humano concebido no nacido la cosa se complica, se complejiza.
XIII
Ideológicamente, en la gran mayoría de los temas, estoy mucho más cerca de los que están a favor de la legalización del aborto que de los que se oponen. Por eso, quizás, es que me planteo y replanteo el tema del aborto. Si pienso tan parecido en tantos temas, ¿por qué en este punto disiento?.
Lo seguiré pensando. Algunas convicciones siguen siendo las mismas, aunque cambien las concretizaciones. Y, realmente, no busco tener razón, sino aproximarme a lo que sea mejor para todas y todos, principalmente los más vulnerables…
XIV
Preguntas…
¿Qué define el límite entre lo humano y lo no humano?.
¿Toda vida humana es valiosa y deber ser protegida?. ¿Por qué?
¿Quién decide qué vida tiene más valor que otra?.
¿Qué diferencia a un embrión o feto de un niño nacido? ¿Acaso no hay diferencia también entre un bebé nacido y un anciano?.
¿Por qué el ADN es válido para determinar la filiación o paternidad, o para condenar a un sospechoso y no para reconocer que hay un nuevo ser humano diferente a la madre aunque esté en su vientre?.
¿Por qué fallan las Leyes de Educación Sexual Integral y de Salud Reproductiva?.
¿Por qué se habla del aborto como principal causa de mortalidad materna si ninguna estadística avala tal afirmación?
Si el aborto inseguro mata a mujeres, principalmente, jóvenes y pobres, ¿realmente se cree que con legalizarlo se soluciona el problema? ¿Acaso no son esas mismas personas las que están fuera del sistema? ¿Por qué creer que irán al hospital público a practicarse un aborto, si hoy no van para controlar un embarazo ni para hacerse chequeos médicos? ¿Qué pasará con las mujeres que no aceden al Sistema de Salud? ¿Por qué creer que sí lo harán por un aborto?.
¿Y con el aborto legal solucionaremos sus problemas de vivienda, trabajo, educación, etc.?
Si uno de los argumentos es que al legalizar se de igualdad de acceso a las mujeres pobres, ya que las ricas se lo hacen sin problemas en una clínica privada, ¿estarían de acuerdo en legalizarlo solamente para mujeres pobres?. ¿Por qué razón no se persigue a las clínicas privadas que practican abortos y a los médicos que ejercen ilegalmente su profesión?.
Si no es un delito, ¿por qué despenalizar en algunos casos?
Si es un delito, ¿existen razones suficientes para despenalizarlo en algunos casos?
¿Por qué una mujer tiene que llevar dentro, en contra su voluntad, un niño que será una carga para ella por el resto de su vida? Si bien uno tiene que atender casos particulares y complejos, podemos repreguntar: ¿y qué culpa tiene el niño o la niña por nacer?.
¿Es la solución penalizar?
¿Es la solución despenalizar?
¿Es la solución legalizar?
Enlaces
1) http://javiergiangreco.blogspot.com/2008/10/aborto-compilado.html
2) http://www.notivida.org/boletines/745_.html
3)http://www.centrodebioetica.org/biblioteca/aborto/despenalizacion-del-aborto-experiencia-internacional.html
miércoles, 15 de febrero de 2012
Aumento a Diputados y Senadores Nacionales
“No hay
hechos, sólo interpretaciones” dijo Nietzsche. Luego de darse una vuelta
por diversos medios masivos de comunicación, uno no hace más que confirmarlo.
En estos días el tema de tapa, por llamarlo
de alguna manera, es el aumento de la dieta de diputados y senadores
nacionales.
Desde un lado se habla de polémico aumento,
irritante, al decir que los legisladores se aumentaron la dieta en un 100 %. Se
critica el hecho de que sea en un contexto de ajuste, de quita de subsidios, y
negando la inflación. Se cuestiona la desproporción con los aumentos a negociar
en las paritarias de los trabajadores. Y los opinadores amateurs, influenciados
por los opinadores pagos, no hacen más que quejarse e indignarse, repartiendo
insulto a mansalva. Reaparece, o resurge, el discurso antipolítico.
Ahora, ¿alguno se preguntó cuánto ganaban
antes?. ¿Cuánto hace que no aumentan su dieta, a diferencia de otros rubros que
aumentan una o dos veces por año?. ¿Cuánto deberían ganar?. ¿En base a qué
criterio?. ¿Cuánto gana un juez?. ¿Y un ministro?. ¿Y otros empleados con
cargos de director o subdirector?. ¿Y un gerente en una empresa privada?. ¿Cuál
es el impacto del aumento en el presupuesto?. ¿Dónde hubiese ido esa plata que
ahora se destina a aumentarle la dieta a diputados y senadores?. ¿Alguno se
preguntó?.
Estamos hablando de legisladores nacionales.
Un diputado es un representante del Pueblo, elegido por el Pueblo. Los
legisladores nacionales pueden sancionar leyes, dejar de sancionarlas, o
derogarlas, y con ese simple voto pueden hacer felices a millones de personas o
arruinar sus vidas.
Y bueno, me dice uno, esos tipos no laburan nunca, se la afanan
toda, y no hacen nada por la gente. Eso ya es otra cosa. Y quizás ahí
debemos poner el eje del debate. No importa si poco más de 300 tipos se suben
el sueldo unos quince mil pesos cada uno por mes. Dentro del presupuesto es un
porcentaje ínfimo. El problema es que
los actuales diputados y senadores nacionales, en su gran mayoría, no se la
merecen, no se la ganan, y su trabajo realizado no lo vale. Pero esto es de
todos los días. Y nos tenemos que indignar, reaccionar y accionar, más allá de
una tapa oportuna de Clarín o un título interesado de TN.
Los legisladores nacionales, en su mayoría,
no representan a nadie. ¿Y por qué llegan ellos?. ¿Y por qué los terminamos
votando?. Hoy, lamentablemente, difícilmente pueda hacer política
partidaria con chanches reales de acceder a un cargo electivo el que no tiene
plata. Ahora, imaginémonos que algún día llegase un laburante, de esos que hoy
hacen malabares para llegar a fin de mes con su familia, y que trae propuestas
posibles, realizables, por el bien del Pueblo. ¿Alguno se molestaría porque
cobre $30.000 al mes?.
Y no quiero caer en esos
pensamientos que también se escucharon estos días: “un sueldo alto evita la
corrupción”. El corrupto lo es con sueldo bajo o con sueldo alto, aunque lo que
pueden variar son las tentaciones. Es cierto que lo que tiene que caer mal no
es el aumento sino las coimas, como dijo algún diputado. Pero una cosa es una
cosa y otra cosa es otra cosa.
Indignémonos por lo que hay que
indignarse. Y también pasemos a la acción. Pero sólo vamos a salir adelante con
menos politiquería y más política.
Presentación
Política, palabra equívoca si las hay.
Se suele citar a Aristóteles para afirmar que
es el arte de lo posible. (Muchos siglos después, un riojano patilludo que
había leído las obras completas de Sócrates, quizás irónicamente, quizás no,
dijo que era el arte de lo imposible). El griego también dijo que el fin de la
política no es el vivir sino el vivir bien, y por eso se debe buscar el bien
común.
Etimológicamente, del griego politikós, vendría a significar algo así
como todo lo relativo al gobierno de la comunidad, a la organización de los
ciudadanos.
Normalmente se dice que es la actividad
humana que tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción del Estado en
beneficio de la sociedad.
Politiquería, en cambio, según el DRAE hace
referencia a “politiquear”, que luego define como “hacer política de intrigas y
bajezas” y “tratar de política con superficialidad o ligereza”. De ambas cosas
nos vamos a ocupar en este blog. No haremos politiquería sino que apuntamos a
que haya menos politiquería y más
política.
Es que al final, como dice Raly Barrionuevo,
“política hacemos todos al caminar”.
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